En los post anteriores hemos visto como aquello que teorizo en el 36 Benjamin influyo en el arte del siglo xx centrándonos en la obra de Warhol. Ahora vamos a continuar con la relación que tiene esta idea con los movimientos conceptuales de mitad de siglo y con el panorama actual.
Alrededor de los años sesenta del siglo xx se produjo lo que se ha denominado crisis objeto artístico. Determinados movimientos artísticos reaccionaron a ideas políticas proponiendo un arte efímero, inmaterial. Pretendían de este modo evitar la especulación alrededor del objeto de arte. Un acceso mayoritario al arte por parte de la sociedad, que el arte no fuera solo para las clases pudientes. Esto era parte fundamental del proyecto moderno desde el inicio de las vanguardias.
Así se utilizan las perfomance, las instalaciones acotadas en el tiempo y desarrolladas en un espacio concreto, el land art, el bodyart, las intervenciones, la utilización de materiales de desecho en el arte povera, la mecanización y reproducción del proceso artístico...
Intervención de Christo en las islas de miami
En esta línea, en el arte conceptual las ideas se trasmiten no se pueden comercializar con ellas y las ideas pueden transformar la manera de entender el mundo.
Este planteamiento sin embargo no dejaba de ser utópico y obviaba el problema de la retribución de artista, convirtiéndolo en algo que generaba mala conciencia en el artista y rebajaba la libertad y pureza de su arte. En algunos ámbitos ser definido como un "artista comercial" era un insulto de primera magnitud (Warhol no veía ningún problema en ello).
Los artistas acababan haciendo un ejercicio de cinismo respecto al dinero y el mercado encontró la manera de vender documentos como bocetos, fotografías, libros, vídeos... generando un potente negocio. Como ejemplo valga los estudios económicos que se han hecho acerca del dinero movido en diferentes ámbitos por las obras del artista Christo y la repercusión que tienen en la economía de las ciudades donde realiza su obra.
Intervención de Cristo en el parlamento alemán
También los museos han encontrado la manera de hacer permanente, revalorizando sin duda así la obra, los trabajos de estos artistas. Aunque se haya caído en situaciones difíciles de entender e incluso cómicas como los problemas de conservación de las latas de "merda d'artista" de Manzoni.
Obra de Manzoni
Hace años se hizo en el Reina Sofía una retrospectiva de Beuys, el escritor Antonio Muñoz Molina suscito una gran polémica exponiendo, en su articulo en El país "Descrédito del gurú", que era evidente, que al igual que en el cuento, el rey (el arte contemporáneo) estaba desnudo. Más allá de otros juicios desde luego en la exposición faltaba lo principal, el propio Beuys que ya entonces había muerto.
Beuys en una perfonamce
Pese a todo Yves Klein vendió inmaterialidad (cajas vacías) y los museos exponen fotos, documentos y entrevistas de la hazaña.
Caja de inmaterialidad de Yves Klein
Internet ha multiplicado las posibilidades de acceso al arte a través de reproducciones, superando seguramente las expectativas de Benjamin. También es verdad que muchos artistas trabajan con el soporte de la pantalla del ordenador como medio final, igual que Warhol sacaba partido a las reprografías.
En la sociedad actual conectada por la red, saturada de información (desinformación) accedemos a esta a distancia a través de los medios de masas.
Los planteamientos de Warhol acerca de la distorsión de la fama siguen a la orden del día(personajes televisivos).
Las malas reproducciones de la que hablaba Benjamin a veces es el único conocimiento que se tiene de una obra ( seguro que en París ha visto mucha más gente una imagen de la Gioconda que el cuadro en directo).
Y sigue siendo problemática la retribución del artista. Si bien los problemas de los artistas plásticos son diferentes de los problemas de los músicos o los artistas audiovisuales.
Hay un conflicto de intereses no solucionado entre el público y los artistas debido a la forma de difusión: las descargas ilegales, los derechos de imagen, la definición de idea original y la pertenencia de tal, los plagios...
Pero también hay un conflicto dentro del arte, dentro de los artistas que por un lado quieren dar a conocer a un público lo mayor posible su obra y por otro lado ven como se distorsiona en los medios, incluso como acaba en cualquier contexto (hay algo más triste que una buena canción sonando en un centro comercial e interrumpida por una voz que nos informa de las ofertas en pescadería).
Y también por el precio del arte: si se reclama el valor de una idea ¿cuanto vale una idea "artística"?, ¿A quién pertenece la idea? ¿Cuándo una idea es original? Si se valora el objeto, el precio vendrá determinado por la oferta y la demanda como cualquier bien de consumo.
Creo que vamos hacia una recuperación del valor de lo único. No solamente por parte del público sino también de los creadores.
En la música Prince marco en su momento el camino al olvidarse de la venta de discos y centrarse en los conciertos, como experiencia irrepetible. Todo a raíz del conflicto laboral que tuvo con la discográfica Warner al no poder controlar su carrera, lo que le llevo incluso a no poder utilizar su nombre artístico (durante un tiempo se llamo "el artista antes conocido como Prince")
Prince en concierto
Puede ser sintomático el auge de los libros de artista en esta época de e-books. Seguramente dentro del negocio editorial las encuadernaciones cuidadas, los libros bien diseñados y maquetados seguirán teniendo una demanda, no tanto las ediciones baratas y los periódicos que seguramente acabaran desapareciendo en el momento en que económicamente no sean rentables. Las obras de arte no es que recuperen valor como originales, siempre lo han tenido (como veíamos con la obra de Warhol y los precios astronómicos que se pagan por sus obras originales) Habrá especulación pero es que siempre la ha habido y creo que el artista estará cada vez más interesado por controlar el medio y el contexto en que se da su obra (otra cosa es que lo consiga).
Como contrapeso a la uniformidad que los medios suscitan surge el deseo de reforzar la individualidad del público que en cierto modo desarrolla parcelas artísticas al buscar en la oferta de arte algo que le defina, que se adapte a sus necesidades, que realiza encargos personalizados. Porque la oferta de arte nunca fue tan grande como ahora tanto en cantidad como en variedad y tampoco nunca los gustos de los individuos de la sociedad fueron tan dispares. Internet precisamente colabora con esa diversidad pudiendo buscar y encontrar prácticamente de todo.
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